El Papa y permanecer en la Barca –actualizado julio, 2021
Permanecer con el Papa en la Barca
–Padre Jordi Rivero, 5 de noviembre, 2020.
Jesús le dio a Pedro las llaves del Reino de los Cielos y, aunque tuvo que reprenderlo con severidad, confirmó su llamado. Nosotros debemos permanecer con el Papa en la barca incluso si estamos preocupados por algunas de sus declaraciones.
El Señor nos ha hablado muchas veces acerca de “permanecer”, pero no en el sentido de permanecer en la perezosa comodidad de un sofá. San Pablo nos insta a permanecer en la carrera para ganar, entregándonos plenamente, incluso mientras enfrentamos lo que puede parecer una oposición imposible. La tendencia de la carne, la tentación en esos casos, es rendirse o desesperarse.
Hoy quiero centrarme en una doctrina de nuestra fe que está siendo atacada: La autoridad suprema del papa en materia de fe. A medida que la tormenta amenaza, a veces por la confusión generada en el Vaticano, podemos ser tentados a abandonar la barca con Pedro, o al menos cerrar el corazón a todo lo que diga el papa.
El diablo es un estratega brillante. San Ignacio enseña que estudia nuestras defensas para descubrir nuestros puntos débiles. Aprende qué puertas son más fáciles de abrir para entrar en nuestros corazones. Si estamos firmes en el respeto a la vida, el demonio no nos atacará por esa puerta. Él sabe dónde nuestro corazón está herido, qué nos está perturbando y es allí donde sus mentiras son más efectivas. Entonces causará un problema y luego tratará de hacernos reaccionar sin confiar en Dios.
Cuando los israelitas vieron que el ejército babilónico avanzaba hacia Jerusalén, se aterrorizaron y fueron a Jeremías en busca de la guía del Señor. Él les dijo: «Así habla el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: Si ustedes pretenden a toda costa entrar en Egipto, para residir allí, la espada que ustedes temen los alcanzará allí, en Egipto, y el hambre que les da miedo se adherirá a ustedes allí, en Egipto, y morirán.” (Jer 42, 15-16). Los israelitas no escucharon. Reaccionaron a un peligro sin confiar en el Señor. No se quedaron en Jerusalén.
Hoy en día, muchos católicos están preocupados por el comportamiento de pastores que parecen estar dormidos mientras los lobos devastan el rebaño. Se sienten abandonados y el enemigo se aprovecha para plantar dudas en sus corazones. Católicos que no hace mucho decían, "El que es obediente a Cristo es obediente al papa", ahora se están distanciando del papa. ¿Qué pasó? Están siendo sacudidos por la tormenta dentro de la Iglesia. Estaban preparados para luchar contra el mundo, pero ahora se enfrentan con una tormenta dentro de la Iglesia. Muchos están alarmados por algunas de las declaraciones del papa. Aquí es donde entra Satanás para tender la trampa ofreciendo falsas soluciones.
Estoy recibiendo mensajes de personas que están al tanto de la batalla espiritual que se está librando y que, al no encontrar guía en sus pastores, la buscan en otros que responden a sus inquietudes. Pero algunos de esos conducen a la ira y la separación de la barca de Pedro.
El arzobispo Viganó, por ejemplo, dice cosas que son ciertas, pero también afirma que, en el Concilio Vaticano II, "fuerzas hostiles" provocaron "la abdicación de la Iglesia Católica" a través de un "engaño sensacional". Afirma además que "los errores del período posconciliar estaban contenidos ‘en nuce’ en las Actas Conciliares", acusando así al Concilio de error manifiesto. También se refiere al Papa Francisco como "Bergolio" para evitar reconocerlo como Papa.
Estemos claros: Si solo aceptamos los papas que nos gustan nos hemos convertido en jueces por encima de la Iglesia y no tenemos plena fe en que el Espíritu Santo guía a la Iglesia. Aunque el Concilio Vaticano Segundo fue pastoral y no promulgó ninguna nueva doctrina infalible, si es parte del magisterio de la Iglesia.
La asistencia divina es también concedida a los sucesores de los apóstoles, cuando enseñan en comunión con el sucesor de Pedro (y, de una manera particular, al obispo de Roma, Pastor de toda la Iglesia), aunque, sin llegar a una definición infalible y sin pronunciarse de una "manera definitiva", proponen, en el ejercicio del magisterio ordinario, una enseñanza que conduce a una mejor inteligencia de la Revelación en materia de fe y de costumbres. A esta enseñanza ordinaria, los fieles deben "adherirse con espíritu de obediencia religiosa" (LG 25) que, aunque distinto del asentimiento de la fe, es una prolongación de él. (Catecismo de la Iglesia Católica 982)
Los cismas han sido, a veces, una reacción a algo que andaba mal en la Iglesia. Lutero protestó contra los abusos y la corrupción entre los pastores de la Iglesia, pero el orgullo lo cegó y se convirtió en juez de cómo debería llevarse a cabo la reforma. El resultado fue el gran cisma que permanece hasta el día de hoy.
Los cismas comienzan como un cáncer creciendo en el corazón, sembrando desprecio, orgullo, condena. Pueden ser una falsa solución a un problema real. Entonces uno comienza a encontrar secretamente satisfacción cuando esos malos pastores son vilipendiados. Uno sintoniza y anhela leer esos ataques con cada vez menos preocupación por la objetividad. Santa Teresa de Ávila: “Nunca afirmes nada a menos que estés seguro de que es verdad”.
Los santos también ven lo que está mal en la Iglesia, pero mantienen la fe en que el Señor hizo a Pedro la cabeza visible de la Iglesia y prometió que las puertas del infierno no prevalecerán. Los santos saben que Pedro se equivocó en muchas ocasiones. Fue utilizado por el diablo para tratar de evitar que Jesús fuera a la Cruz, y luego lo negó tres veces. Sin embargo, Jesús ratificó su elección como el primer papa. San Pablo se enfrentó a Pedro, pero Pedro siguió siendo la cabeza de la Iglesia. Los santos responden con fe y optan por permanecer fieles y confiar en las promesas del Señor. Esto no significa indiferencia. Permanecen concentrados en la carrera para que Dios pueda usarlos para lograr una verdadera renovación más allá de lo que parecería posible por las vidas humildes que vivieron.
¿Qué podemos hacer?
Cuando se le preguntó a la Madre Teresa: "¿Qué harías para mejorar la Iglesia?" Su respuesta fue: "Me cambiaría a mí misma". Esto es lo que enseñó Jesús: Primero, debemos quitar la viga de nuestro ojo, llegar a conocer nuestra miseria y a conocerlo a Él. Entonces Dios obrará a través de nosotros como le plazca. Los santos prueban que ninguna crisis en la Iglesia puede impedirnos convertirnos en santos si tenemos fe.
· El Señor nos ha llamado nuestra comunidad a ser almas víctimas por nuestros pastores. Creemos en el poder del sufrimiento unido a Cristo por ellos.
· No los justificamos. El Papa Francisco ha dicho cosas que parecen contradecir lo que han dicho los papas anteriores. Pero elegimos ser fieles al magisterio, que es el criterio para discernirlo todo, incluso los comentarios de un papa o de un obispo.
· No juzgamos como si fuéramos una autoridad superior. Tratamos de entender, y si no podemos reconciliar las palabras del papa con la doctrina católica, dejamos que nuestro corazón sea traspasado, elegimos amar al papa y sufrir con Cristo por él mientras seguimos fieles a la verdad que no puede cambiar.
· Sabemos que no todo lo que dice un papa tiene la autoridad del magisterio. Los comentarios casuales y las entrevistas no tienen esa autoridad. Su opinión sobre la vacuna o el clima tampoco.
· Pero sería un error ignorar todas las enseñanzas del papa porque no estamos de acuerdo con algunos de sus comentarios.
San Cipriano, Padre de la Iglesia, escribió: "Si un hombre no se aferra a esta unidad de Pedro, ¿se imagina que todavía mantiene la fe? Si abandona la Cátedra de Pedro sobre la cual se construyó la Iglesia, ¿tiene aún confianza en que está en la Iglesia?"
Hubo santos que se enfrentaron con los papas con un mensaje profético. Debemos aprender de ellos, ya que cumplieron la misión según la voluntad de Dios.
Dios Padre le dijo a Santa Catalina de Siena sobre los pastores de la Iglesia:
No debes respetarlos por sí mismos, sino por la autoridad que les he confiado. Por lo tanto, no debes pecar contra ellos porque si lo haces, realmente estás pecando no contra ellos sino contra mí.
Esto lo he prohibido y he dicho que es mi voluntad que nadie los toque.
Por esta razón, nadie tiene excusa para decir: "No estoy haciendo daño, ni me estoy rebelando contra la santa Iglesia. Simplemente estoy actuando contra los pecados de los pastores malvados". Esas personas están engañadas, cegadas como están por su propio egoísmo … Me asaltan a mí, como es a mí a quien reverenciaban. Hacia mí redunda cada asalto que hacen a mis ministros: Escarnio, calumnia, deshonra, abuso. Todo lo que se les haga a ellos, lo contaré como hecho a mí…
Los virtuosos no deben disminuir su reverencia, incluso si estos ministros se quedan cortos en virtud. Y en lo que respecta a las virtudes de mis ministros … [son] administradores del … cuerpo y sangre de mi Hijo y de los demás sacramentos. Esta dignidad pertenece a todos los que son nombrados administradores, tanto a los malos como a los buenos.
Debes ofrecerme [a estos ministros pecadores] con lágrimas y gran deseo, para que yo, en mi bondad, pueda revestirlos con el manto de la caridad… De hecho, los he designado y te los he dado para que sean ángeles en la tierra... como te he dicho. Cuando sean menos que eso, debes orar por ellos. Pero no debes juzgarlos. Déjame juzgar a mí, y yo, por tus oraciones y mi propio deseo, seré misericordioso con ellos.
Cuanto más me ofrezcas tus penas y tus deseos amorosos por ellos, más demostrarás tu amor por mí. Por el servicio que ni tú ni mis otros servidores pueden hacer por mí, debes hacerlo por ellos. Entonces me dejaré constreñir por el anhelo, las lágrimas y las oraciones de mis siervos, y seré misericordioso con mi esposa reformándola con buenos y santos pastores.
Santa Catalina de Siena escribió:
Sé muy bien que muchos se defienden alardeando: "¡Son tan corruptos y obran toda clase de maldad!" Pero Dios ha ordenado que, incluso si los sacerdotes, los pastores y Cristo-en-la-tierra fueran demonios encarnados, seamos obedientes y sujetos a ellos, no por ellos, sino por Dios y por obediencia a Él.
Mark Mallet, en su artículo titulado "Esto es una prueba", sostiene que estamos pasando una difícil prueba en la Iglesia en la que se mostrará si es auténtica nuestra catolicidad:
· Si ha perdido la paz por algo que esté sucediendo en la Iglesia, estás fallando la prueba. Nuestra paz proviene de la confianza en Jesús, que es el Señor de la historia y está con nosotros en todas las pruebas… Fil 4, 6: "No tengas ansiedad".
· Si crees que el Concilio Vaticano II, la Misa del Novus Ordo o cualquiera de las enseñanzas magisteriales desde el Papa San Juan XXIII son la causa de los problemas, estás fallando en la prueba. Nuestra fe católica nos enseña que el Espíritu Santo guía todos los Concilios de la Iglesia. Puede haber muchas controversias en ellos, pero el resultado es la enseñanza de Cristo a Su Esposa. Además, tanto el Papa Juan XXIII como los Papas Pablo VI y Juan Pablo II, los grandes defensores del Concilio, son santos canonizados, un signo más de la aprobación de Dios sobre su magisterio.
· Si dices que la jerarquía está destruyendo la Iglesia, estás olvidando la promesa de Jesús: Mt 16,18: "Edificaré mi Iglesia y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella". Los pastores tienen una misión importante y pueden hacer mucho daño si son infieles, pero el Señor siempre prevalecerá.
· Si estás juzgando al papa, estás fallando en la prueba. El papa puede cometer errores, podemos estar en desacuerdo en cosas que no están definidas por el magisterio, pero le debemos el respeto de su oficio como vicario de Cristo. Sería nuestra pérdida si ignoramos la inmensa riqueza de sus enseñanzas porque hay algunas con las que tenemos dificultades.
· Si ha dicho que el Papa Francisco es un papa falso y el verdadero es Benedicto XVI estás fallando la prueba. Benedicto XVI escribió:
"En realidad es un asunto sencillo … Nadie ha intentado chantajearme. Si eso se hubiera intentado, no me habría ido, ya que no le está permitido (a un papa) irse porque esté bajo presión. Tampoco es el caso que yo hubiese negociado u otra cosa. Por el contrario, el momento daba, gracias a Dios, una sensación de haber superado las dificultades y un estado de ánimo de paz. Un estado de ánimo en el que realmente se podía pasar las riendas con confianza a la siguiente persona".
Cardenal Sarah: "La verdad es que la Iglesia está representada en la tierra por el Vicario de Cristo, es decir, por el papa. Y quien está en contra del papa está, ipso facto, fuera de la Iglesia".
Tendremos pruebas, pero el Espíritu Santo nos da luz y fuerza en nuestras debilidades y tendencias, en las áreas donde Satanás nos ataca. Necesitamos ver nuestra realidad y profundizar. ¿Estamos cayendo en la ira, el odio, el resentimiento, el cinismo? Santa Teresa Benedicta de la Cruz escribió: "Podemos convertir el mal en una oportunidad de purificación".
Papa Francisco: debemos asumir los medios espirituales que el mismo Señor nos enseña: la humillación, la auto-acusación, la oración y la penitencia. Esta es la única forma de vencer el espíritu del mal. Es así como el mismo Jesús lo superó.
Mensaje de Jesús a la Comunidad Amor Crucificado:
Vuestro poder de intercesión radica en vuestra disposición a sufrir TODO lo que permito en vuestras vidas como UNO en Mi sacrificio de amor. Vuestras oraciones reciben todo el poder del Espíritu Santo en vuestro abandono para sufrir todo conmigo. Al confiar en Mi amor manifestado en Mi gran sufrimiento por vosotros, entráis en el misterio del sufrimiento por Amor. Estas son Mis pequeñas almas víctimas de amor que Dios está levantando para derrotar a las fuerzas de las tinieblas. Orad con María para que muchas más almas respondan al llamado de las trompetas del cielo. Orad pidiendo confianza en mi amor para que seáis sólidos e inquebrantables. Orad por la perseverancia de todas Mis almas víctimas mientras son enviadas al campo de batalla para librar esta gran batalla por las almas. Orad por pureza de corazón para que Satanás no pueda engañaros. Sabed que sois el ejército blanco de almas víctimas de Mi Madre para estos tiempos decisivos. Rezad con Mi Madre a través del poder de la oblación de vuestras vidas unidas en Mi perfecto sacrificio de amor. Vuestra fe es vuestra protección contra el engaño de Satanás. Creed en todo lo que os he dicho, porque la gran batalla ha comenzado. 31/10/14
Dios nos ha dado una misión, una forma de vida. Puede parecer insignificante, como una semilla de mostaza, pero si creemos, moveremos montañas. Durante años, el Señor nos ha estado hablando del poder de las almas víctimas unidas a Él, el poder de nuestras vidas ordinarias, las pequeñas cosas que se hacen por amor como UNO con Él.
Ver el Catecismo sobre el papa, #882, 937, 2034.